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Una oración por el amor

Sep 9, 2017 | 2017, Crónicas

Por: Mauricio López Rueda

Desde las 4 de la mañana del viernes 8 de septiembre, María Patricia García y el más joven de sus tres hijos, Santiago Cano, llegaron a nuestras instalaciones cargados de bolsas y maletas. Como muchos de nuestros visitantes, parecía que iban a emprender un viaje a tierras lejanas, pero tanta preparación obedece más a un viaje espiritual. Las provisiones de los dos son para acampar y esperar al Papa Francisco, a quien tienen la esperanza de poder abrazar, para pedirle que interceda ante Dios, y así poder salvar la vida de Rafael Cano, el esposo de María y padre de Santiago, a quien recientemente le descubrieron un terrible tumor en el cerebro.

“Esa noticia nos derrumbó, nos dejó por el piso, pero yo sé que orando con fe, en la misa del Papa Francisco, él se puede salvar”, dice María entre lágrimas, y aferrando con fuerza sus dos escapularios y la camándula que cuelgan de su cuello desde que tenía 20 años y vio por primera vez un Papa.

“Yo estuve cuando vino Juan Pablo II. A él tampoco lo pude abrazar, pero al menos pude obtener estos escapularios y esta camándula, que están benditos”, expresa la mujer, a quien le ha tocado hacerse cargo de su hogar desde que su esposo está convaleciente.

“A veces siento que me faltan las fuerzas, pues no es fácil lidiar con tres hijos. Los dos mayores se me han descarriado y me queda Santiago, quien tiene discapacidad auditiva”, cuenta la señora, habitante del barrio Alfonso López.

Como ella, otras miles de personas esperaron con fervor durante horas y hasta días para la misa campal de este sábado a las 10 de la mañana en nuestra pista aérea, donde más de 1.500 sacerdotes de todo el país concelebrarán junto con un numeroso grupo de obispos de Colombia y Latinoamérica, la Eucaristía presidida por el Papa Francisco en Medellín. 

[Lea también: Movidos por la fe] 

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